Durante este último tiempo de ausencia, he estado inmersa en mi propio proceso personal. Y sí, las flores de Bach están muy presentes durante este proceso, que está siendo enriquecedor, sanador, pero…a ratos muy difícil, lo reconozco. No hay nada verdaderamente romántico cuando decidimos sanar aunque ver la luz al final del camino, resulta sumamente emocionante y liberador.

Un momento vital para mí, en el que siento que, sí o sí, debo hacerme cargo de lo que consciente o inconscientemente he tratado de evitar.

¿Cómo me están ayudando las flores de Bach aquí? De una manera muy amorosa y sutil me acompañan a gestionar mejor, con más armonía y tranquilidad mis emociones. Ahora te explico más, pero empecemos por el principio.

Siempre he sentido la necesidad de saber más sobre mis padres, mis abuelos, bisabuelos e incluso sobre aquellos ancestros de los que sólo he escuchado alguna pincelada de su vida. Los relatos cortos que escribo, guiada por mi intuición, siempre me han llevado a contar historias escondidas, silenciadas, de otras épocas, que guardaban secretos que, normalmente una mujer, venía a sacar a la superficie. En mi día a día, me gustar escuchar las historias de personas mayores, que vivieron otros tiempos muy difíciles e imaginar cómo serían sus vidas. Cuando conocí las flores de Bach y las empecé a tomar, a través de mis sueños por ejemplo, disponía de información que no recordaba conocer, sobre mi propia infancia y momentos puntuales de cuando era pequeña, en los que los protagonistas eran mis padres, abuelos, tías y tíos…

Hace unos pocos años, cuando tuve la bendición de experimentar en mí misma con los aceites esenciales, descubrí que a través de mi olfato y de lo que los aromas me trasmitían, conectaba con recuerdos de mis abuelas, pudiendo tejer un camino directo entre lo que yo sentía en el presente y la experiencia de vida de las mujeres de mi árbol genealógico. Puede resultar increíble pero, si entendemos que las memorias de nuestros ancestros tienen un impacto determinante en nuestra vida presente, pudiendo condicionarla, podemos entender que el Universo trae a nuestras vidas  en el momento y de la forma correcta los recursos que nos permiten alinearnos con lo que hemos venido a hacer, con nuestro dharma, con nuestra esencia.

Hacernos cargo de nosotras mismas, de estas sincronías, causalidades o como las queramos llamar, a través de lo que la fuente nos envía en forma de personas, recursos, momentos, lugares y/o experiencias es una oportunidad de dejarnos ver y ocupar el lugar que merecemos en el mundo, ese que a veces, no sabemos o creemos merecer. Cuando hacemos caso omiso a todo esto, cuando ignoramos las experiencias que se repiten en el día a día, cuando no estamos bien o sentimos que hay algo que nos impide vivir en paz, es el momento de volver a nosotras, haciendo un alto en el camino, respirar hondo y decir…hasta aquí.

Y tomar esa pausa y reconocer que hay algo que no va bien y que estamos tratando de esquivar, puede llevarnos a coger otra dirección. Cualquier cambio en nuestra vida, traerá resultados diferentes. Cualquier cambio energético que hagamos, en forma de terapia, actividad o decisión, moviliza la energía y la saca del estancamiento para redirigirla por lugares desconocidos, pero por los que necesariamente hay que caminar.

La terapia con Flores de Bach y los aceites esenciales se perfilan en mi vida, cada día más, no como un fin último sino como un recurso de acompañamiento en mi vida, con sus altibajos y luces y sombras. Y desde ese lugar amoroso, es como quiero compartirlo contigo; para que en ese «hacerte cargo de ti misma» sepas que, hay infinidad de regalos con los que te puedes cuidar y acompañar. Y cuanto más te cuides, sentirás una mayor conexión con tu Abundancia y más armonía en tu vida.

Responsabilizarte de lo que te está ocurriendo ahora y hacer algo, o sencillamente darte cuenta de que todo está en ti, es una decisión valiente y sabia. No es necesario dar grandes pasos ahora, sólo con tomar consciencia de lo que te pasa, dónde y cómo te afecta y hacer algo para gestionar esas emociones, traerá una nueva visión a tu vida.

Si estás cansada descansa, si estás enfadada, piensa en qué te resta energía, para qué…si estás triste o desanimada, o si otra vez te ha pasado lo mismo, como si estuvieses condenada a sentir eso de por vida…

Sobre Abundancia te hablaré en mi próxima entrada, así que si sientes que haya algo que no te permite vivir con prosperidad te recomiendo la lectura de mi blog. Puedes empezar por mi e-book, en el que hay muchas pistas que puedes seguir si estás decidida a dar un cambio importante a tu vida.